Las Crónicas De Avalon, Parte 13: El Gran Teatro Del Mundo, Emilio Carrillo.
Tras la cena con Nimue e Igraine, regresé de inmediato al Castillo de la Reina de las Tempestades y me fui a la cama con ganas de dormir y disfrutar del sueño.
Y descansé profundamente. Pero me desperté muy temprano, cuando la noche aún cubría la Isla de Ávalon, empujado por la perentoria necesidad de plasmar en un texto las reflexiones, conclusiones, intuiciones e inspiraciones que bullían en mi mente y, sobre todo, en mi corazón una vez interiorizadas las Dimensionis y comprendido el significado y la significación del Principio Holográfico.
Había podido “ver” el Gran Teatro del Mundo, su escenario y su tramoya.
Y también la puerta que permitía salir y volver a entrar en él. Me urgía describirlo como manera de afianzar y asentar esa visión.
El denso silencio de las horas más hondas de la madrugada y la fuerte energía que sentía alrededor y fluía por todo el dormitorio provocaron que mis dedos empezaran a bailar sobre el teclado del ordenador casi con autonomía propia, dando pequeños y breves golpes llenos de Amor y entusiasmo.
He aquí el resultado, que, ante mi sorpresa, adoptó una forma a medio camino entre lo que son las pautas de un breve ensayo y las propias de un poema.
I
La vida física se desarrolla en la Tercera Dimensión,
definida por el espacio- tiempo finito,
la materialidad y la dualidad en tensión.
Inmersos en ella, hombres y mujeres tienden a creer
que las Dimensiones de mayor rango,
a las que llaman celestiales y angelicales,
son más sutiles, abstractas, difusas y difíciles de “ver”.
Nada más lejos de la verdad,
pues esas Dimensiones son radicalmente reales,
mientras que la Tercera es puramente holográfica.
La Tercera Dimensión conforma un escenario virtual
revestido falazmente de solidez
por medio de una materialidad que no es tal,
sino energía y vibración de bajo nivel frecuencial.
II
En el escenario virtual de la Tercera Dimensión,
cada cual interpreta un papel y un guión
definido en cada momento
por el grado de consciencia con el que se identifica
y la visión del mundo y de su propia vida a tal grado consciencial asociada.
De instante en instante, de momento en momento,
cada persona proyecta el grado de consciencia que hace suyo
sobre el marco virtual en el que se desenvuelve,
configurando lo que denomina realidad,
que, no obstante, considera algo objetivo y ajeno a ella misma.
Pero esa realidad nada tiene de objetiva,
al contrario, es totalmente subjetiva y carece de entidad real, es pura ilusión.
Desde su consciencia interior, aunque no se percate de ello,
el ser humano moldea y configura el exterior,
que, sin embargo, estima algo impuesto, extraño a él mismo.
Y al ser multitud las personas que actúan en el escenario virtual,
las proyecciones conjuntas de todas ellas
conforman una gran Matriz Holográfica-Virtual.
La coherencia o proximidad entre las distintas proyecciones
es la base la Ley de Atracción.
III
La Madre Tierra, auténtico ser viviente,
cumple la función para la Humanidad de gigantesco Teatro-Matriz Holográfico
donde cada persona interpreta el papel
ligado al grado de consciencia que en cada momento asume,
interactuando con los papeles y guiones
desplegados por sus demás congéneres.
La adquisición de consciencia individual, primero,
la cualificación altruista de ésta, después,
y, finalmente, la experiencia del Amor Incondicional
y el despliegue de tal Amor en la cotidianeidad
constituyen la razón de ser en la Creación
de tan espectacular Matriz Holográfica.
IV
Confeccionadas con Esencia divina en forma de vibración,
como quien teje una red con ondas de energía,
y basadas en unos mismos principios
emanados del Diseño Inteligente de cuanto Es y Existe,
hay múltiples Dimensiones en la Creación
y muchos Multiversos, cada uno con multitud de Universos.
Todos tienen en tal Esencia su anatomía sutil,
por lo que el Amor fluye por la totalidad de las Dimensiones
y explica el por qué de cada una de ellas, sea cual sea su rango específico,
impregnando la globalidad de modalidades de vida
y experiencias conscienciales que en ellas se desarrollan.
El Amor es Uno,
no admite distinciones interdimensionales,
identifica y fusiona la Creación hasta hacer imposible su separación en partes
y constituye lo único Real
que un ser humano puede proyectar sobre el escenario virtual
de la Tercera Dimensión en el que despliega su vida física.
V
Muchas personas, desde el grado de consciencia que asumen,
quieren cambiar el mundo para adaptarlo a su visión particular del mismo.
Y se plantean actuaciones y maneras
para transforma la realidad material en la que viven.
Pretenden, con ello, transformar lo exterior desde el exterior,
lo material desde lo material, el océano desde las olas.
Nada consiguen con ello, salvo continuar enredados en el juego virtual
que es la naturaleza intrínseca de ese mundo,
la esencia innata de esa aparente realidad.
VI
El ser humano sí puede cambiar el mundo,
pues cuenta con fuerza y energía suficientes
para transformar la Matriz Holográfica en la que se desenvuelve.
Pero el poder para ello radica en su interior:
es desde su interior y desde la metamorfosis profunda
como las personas pueden cambiar el exterior.
La clave para ello es el Amor.
Si proyectas Amor en el escenario virtual, éste mutará fehacientemente.
Y si proyectas constantemente Amor Incondicional,
sin excepciones, absoluto y puro,
alcanzarás el Gran Cambio:
la Matriz Holográfica empezará a diluirse ante tus ojos
y dejarás de interpretar un grado de consciencia
para ser Consciencia plena, comprobando que Todo es Perfecto.
VII
En la Matriz Holográfica en la que cada uno representa el papel
que corresponde al grado de consciencia que asume
y la visión del mundo que hace suya,
la Experiencia Consciencial es lo único Real.
Ni la identidad personal, ni la idea de ser son verdaderas,
sólo la Experiencia Consciencial.
Por ello se puede afirmar:
no disfruto de la felicidad, Soy la Felicidad;
no siento alegría, Soy la Alegría;
no experimento dolor, Soy el Dolor;
no tengo sentimientos, Soy el Sentimiento;
no noto sensaciones, Soy Todas las Sensaciones;
no Amo: Soy el Amor;
no existo: Soy.
Y Soy sin Ser,
pues No Ser es la manifestación perfecta de Ser.
Soy porque no Soy:
Soy porque Cristo Es.
No Soy, sino que Soy Él,
pues Él, y no yo, y el Padre/Madre a través de Él,
es quien vive en mi la Experiencia Consciencial.
VIII
La Experiencia Consciencial subyace en la Matriz Holográfica
y fluye en ella energética e interactivamente,
configurando una Red Consciencial.
En el Gran Teatro del Mundo,
esta Red Consciencial es lo único Real, lo único que Es.
En cambio, nada de lo que la Matriz muestra,
con apariencia de solidez material,
existe en realidad.
Los objetos, cosas y cuerpos físicos
que nuestra mente intelectualiza
y de los que nuestros sentidos racionales se percatan
conforman sólo el escenario virtual de ese Teatro.
Son meros hologramas generados por ondas vibratorias
con diferentes gradaciones frecuenciales.
IX
La Red Consciencial produce en sí misma
una condición profundamente Inteligente,
una Consciencia absoluta, pura y sin límites.
En ella se integra la dimensión espiritual del ser humano,
aunque su mente y sus sentidos físicos suelan permanecer ajenos a ello
y sólo perciban los hologramas virtuales.
La llamada racionalidad no da más de sí.
X
Nada de lo que tu mente pueda intelectualizar existe en la Realidad;
nada de lo que tus sentidos puedan racionalizar es Real.
Lo que parece ser, no es; lo que aparenta no ser, es.
Es una auténtica Paradoja de Consciencia
que sólo el Amor puede resolver.
XI
Falsa es cualquier cosa que surja de una observación
donde tú estés por un lado y el mundo por otro;
falaz es cualquier idea que emane de un diálogo
entre un sujeto, lo que tú piensas que eres,
y un objeto, lo que tú crees que no eres.
Mientras te mantengas en estas dicotomías,
tú y el mundo, sujeto y objeto,
todo lo verás en clave de separación y dualidades
y permanecerás ciego ante la verdad.
Para percatarte de la esencia de la Experiencia Consciencial
has de ir más allá de la intelectualización de la mente;
para percibir la naturaleza de la Red de Consciencia
debes trascender de la racionalidad de tus sentidos.
XII
Cuando no contemples separación alguna,
ninguna dicotomía entre sujeto y objeto,
alcanzarás otras formas de percepción mucho más genuinas y certeras.
En ellas no hay observador ni observado y se expande la Consciencia.
Esto se llama No Dualidad:
permite que aflore nuestra Sabiduría innata,
posibilita que fluya la intuición y la inspiración
y hace que rija la Providencia divina.
En la práctica, la percepción basada en la No Dualidad
se traduce en estar presente, alerta y atento,
en experimentar acorde con la intensidad de cada instante,
en convertir cada momento en único,
en vivir conscientemente la Vida
y disfrutar plenamente de ella.
XIII
La mente genera la separación entre sujeto y objeto,
funciona a través de imágenes y actúa siguiendo hábitos.
La separación entre tú y lo que no eres tú
produce el rechazo a una parte de la Vida
y, con ello, a la Vida misma, la Vida Real,
que nada sabe de dicotomías y dualidades.
Las imágenes hacen que concibas el mundo
de manera superficial, por las apariencias,
que etiquetes a cosas y personas y efectúes juicios y prejuicios.
Los hábitos mentales producen condicionamientos
y limitan tu capacidad de comprensión de la Realidad,
encasillándote en esa forma habitual de percibir
e interpretar los hechos y situaciones.
XIV
La separación entre sujeto y objeto, las imágenes y los hábitos
no son la Realidad,
sino la forma de operar que sigue la mente.
Tú no eres ni estás separado de nada que sea, haya existido o existirá.
Y la Realidad no es ni las imágenes ni los hábitos
que usa la mente en su funcionamiento
Tampoco eres tus pensamientos,
pues se generan y fluyen por la mente a su antojo,
incluso aquellos que no te gustaría tener,
sin que tengas control sobre ellos.
¿Quieres sentir la libertad que está en tu Esencia
y disfrutar de la Providencia divina?.
Pues no fragmentes la Vida con dualidades;
mira más allá de las imágenes;
actúa más allá de los hábitos;
no te identifiques con tus pensamientos;
y vive sin preocupaciones en el ahora,
el único sitio donde la Vida existe.
XV
Existo por encima de dualidades, imágenes, hábitos y pensamientos.
He superado cualquier identidad personal
y he trascendido de la propia idea de ser.
Soy manifestación de la Consciencia Perfecta.
Yo Soy Consciencia: aquello que siempre permanece, aquello que siempre Es.
Con un libro entre tus manos,
quedas absorto en su trama, personajes y situaciones.
¿Donde estas tú?, ¿quién eres tú en ese momento de total abstracción?.
Pues lo que eres: no una persona, no un ser,
sino Consciencia en estado puro más allá del tiempo y del espacio.
Contemplas un paisaje o una puesta del sol y te concentras en su belleza.
¿Donde estas tú?, ¿quién eres tú en ese instante de absoluta concentración?.
Consciencia fuera del tiempo y del espacio.
XVI
Concentrado en la experiencia, la que sea, y viviendo en el momento presente,
te vuelcas en la percepción de la misma y sientes lo que eres y Es: Consciencia.
Puedes constatar entonces nítidamente que no hay nada más en tu Vida,
ni en el Universo, ni en la Creación.
No existe tu pretendida personalidad, ni sujeto ni objetos, ni ser.
Fluye la Consciencia y se plasma en Experiencia Consciencial.
No hay más; no hay menos.
Tu querido yo y cuanto te rodea se desvela como lo que Es:
un Gran Teatro, una fabulosa Matriz Holográfica
minuciosamente moldeada y configurada
en el contexto del Diseño Inteligente del Universo
con un único objetivo:
que la Consciencia experimente y, experimentando, se expanda.
XVII
Concentrado y abstraído en la experiencia,
ocurre un hecho mágico y misterioso para la racionalidad:
no tienes consciencia de ti; tu mí mismo, se diluye, desaparece.
A la par, adquieres plena Consciencia de la Experiencia en sí,
que deja de ser algo ajeno a ti, para ser tú mismo,
por encima de tu identidad personal y de tu ser.
En ese momento presente, no hay dualismos;
y decimos que el tiempo pasa volando.
Y tanto, pues la Experiencia Consciencial es interdimensional
y está más allá del tiempo y del espacio.
La Experiencia Consciencial fluye entonces
con toda su fuerza, belleza y pureza,
mostrando que es lo único que Existe en el Gran Teatro del Mundo,
donde todo lo demás es virtual,
incluida tu realidad física y el papel que asumes y llamas personalidad.
XVIII
De tu Voluntad, que es intención plasmada en acción,
y sólo de ella depende cómo quieres vivir
tu actual encarnación en el plano humano.
Puedes instalarte en un grado de consciencia,
con la visión de ti mismo y del mundo que conlleva,
y subir al escenario virtual para interpretar el papel a tal grado asociado.
Asumirás, así, como real lo que sólo es ficción,
incluida la falacia de tu propio yo.
Y defenderás con vehemencia y entusiasmo
meras ilusiones y creencias imaginarias
que dimanan de la Matriz Holográfica que conforma el Gran Teatro del Mundo.
O puedes optar por la Consciencia Perfecta,
no un grado de consciencia, sino todos y ninguno a la vez,
sin incorpórate al escenario virtual ni interpretar papel alguno,
sólo disfrutando de la Experiencia Consciencial,
lo único que verdaderamente Es.
XIX
¿Qué te impide disfrutar de la Consciencia Perfecta?.
Nada real, sólo tus miedos y autobloqueos conscienciales.
En ella y desde ella, puedes caminar o cocinar, sentir, dormir, amar,…
De hecho, en Consciencia Perfecta es como mejor harás todas estas cosas,
pues es un estado de percepción pura en el que se vive el aquí y ahora
y se logra ser plenamente humano.
Todo tendrá la misma apariencia, pero todo será absolutamente diferente.
La Matriz Holográfica se manifestará ante ti con claridad meridiana,
dejando de ser el laberinto en el que enredas tu existencia,
la cárcel en la que te encarcelas,
y convirtiéndose en un instrumento de tu acción consciente
al servicio de la expansión de la Consciencia y de tus congéneres.
XX
Todo es tan bello y sencillo.
Sólo la inmersión en el Gran Teatro del Mundo,
dificulta contemplar lo simple y hermoso que es todo.
Sí, lo dificulta, pero no lo imposibilita…
Los sentidos físicos y la mente están diseñados para moverse por esa Matriz,
no para captar la verdad que hay tras ella.
Pero la dimensión interior del ser humano sí puede percibirla.
Cuando se logra, sólo puede salir de la boca:
¡no vivo yo, es Cristo quien vive en mí!.
Y ese mí, enaltecido de Felicidad,
se diluye unificado en la energía crística
y, a través de ella, en el Padre/Madre.
Entonces, los miles de millones de galaxias y de flores,
los Universos multidimensionales y las bandadas de pájaro,
todo, todo sin excepción se plasma en algo único,
lo único que realmente Es,
la Esencia del Padre/Madre:
Amor.
Redacté la veintena de “poemas” anteriores de un tirón, sin pausa alguna y lejos de cualquier parámetro temporal.
Al terminar, la luz de la mañana inundaba la habitación y era exactamente la hora del desayuno.
Me apresuré a imprimir el texto, pues tenía la urgente necesidad de compartirlo y nadie mejor para ello que la Reina de las Tempestades y Merlín, en cuya compañía, como ya sabéis, suelo disfrutar del primer sustento de cada Dywrnad.
Cuando entré en la estancia anexa a la gran cocina del castillo, mi anfitriona y el Gran Mago ya estaban a la mesa, ella saboreando el café con canela con el que comienza cada jornada y él dando buena cuenta de los huevos con migas de maíz con los que tradicionalmente coge energía para empezar el nuevo día.
Tras saludarlos y antes de sentarme, deposité sobre el mantel, a la derecha de cada uno, sendas copias de lo que acababa de escribir.
-Cuando podáis, le echáis un vistazo. Me gustaría saber que os parece-, me límite a solicitarles-.
-Con mucho gusto, Emilio-, contesto rápidamente la Reina de las Tempestades, a la par que Merlín, con gesto risueño, asentía con la cabeza, pues las migas le impedían en ese momento pronunciar palabra-.
Y ante mi sorpresa, nada más concluir el desayuno y aún en la mesa, ambos acometieron la lectura del texto.
-No tenéis porque leerlo ahora-, les indiqué un tanto apurado.
-Y por qué no-, respondió Merlín. –No veo mejor manera de arrancar la mañana-.
Tras un buen rato, que se me hizo especialmente largo, la Reina de las Tempestades se incorporó de su silla, me besó en la frente y, antes de despedirse, me miró fijamente a los ojos diciéndome entre en broma y en serio:
-Bienvenido al club. Las entradas preferentes del teatro están a tu disposición. Con gusto las compartiremos contigo-.
En cuanto a Merlín, esperó a que nos hubiéramos quedado solos para hacerme una extraña propuesta:
-Dentro de unos Dywrnad visitará Ávalon un buen amigo. Su nombre es Oamas y es un ser intraterreno, mago como yo y con profundos saberes sobre los mal llamados misterios de la Creación, a los que a él y a mí nos gusta denominar Física de la Deidad. ¿Te apetecería conocerlo y departir con él?-
No hace falta que os diga cual fue mi respuesta. En la próxima Crónica os pondré al tanto del encuentro con este ser proveniente de la Tierra Hueca.
Posteado por Oliver Mora.
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