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martes, 25 de septiembre de 2012

Se acabó la fiesta: la banca ante el día de la verdad


Se acabó la ocultación, la apariencia y el enmascaramiento de crédito que no hacían otra cosa que ocultar auténticos activos tóxicos en las carteras de bancos y cajas de ahorros en forma, fundamentalmente, de créditos al sector inmobiliario. Será el viernes, cuando se hagan públicos los datos, banco por banco, de las situación real de nuestro sector financiero. Todas las entidades van a quedar retratadas-

Se ha necesitado la imposición de la Unión Europea como condición para formalizar la concesión de una ayuda de 100.000 millones de euros y el concurso de una auditora extranjera (Oliver Wyman) con la ayuda de los datos proporcionados por otra serie de auditoras, para que se vaya a hacer público lo que era más que una sospecha. Un rumor a voces que ha hecho mucho daño a la imagen de la economía española y que ha tenido mucho que ver con la alta prima de riesgo con la que nuestro país está siendo castigado en los dos últimos años.
Padre consentidor antes que gendarme
Para nada sirvieron los test de stress, ni los streaptease, ni cualquier otro requerimiento que hicieran las autoridades a los responsables financieros para que aflorarán, de verdad, sus activos tóxicos. Reforma tras reforma, bancos y cajas de ahorros, probablemente con la excepción de los más saneados, fueron ocultando una parte de su peores activos, créditos vencidos y no pagados, en su convencimiento de que era una actuación generalizada en el sector y ante la imposibilidad de poder presentar unas cuentas totalmente saneadas.
¿Qué hacía mientras tanto el Banco de España? La actuación de la entidad que debería haber vigilado la bondad de las cuentas y balances de las entidades financieras españolas queda muy bien reflejada en el comentario del consejero delegado de una de estas entidades: “Hacía antes de padre consentidor que de auténtico gendarme del sector”. Llegó un momento en el que bancos y cajas se dieron cuenta de que la gran preocupación del Banco de España no era controlar sus cuentas sino tratar de que no se hiciere públicoalgo grave en el sector. A partir de ese momento, el gendarme se convirtió en cómplice con gran sorpresa de algunos responsables bancarios. A nadie del sector puede extrañarle en tales circunstancias que el Banco de España vaya a perder su labor de supervisión para delegarla en el Banco Central Europeo, por mucho que suene a pérdida de autonomía.
Ante la imposibilidad de tratar de ocultar lo evidente por la llegada de “los hombres de negro”, las entidades financieras españolas se han apresurado en los últimos meses a reconocer la verdadera situación de su cartera de créditos. Mucha refinanciación, esa que probablemente se habrá hurtado a empresas con futuro que precisaban de ayuda crediticia, no era otra cosa que la fórmula utilizada para no reconocer un impago con las consecuencias que ello tenía de hacer provisiones y restar resultados a la entidad.
Era más que sospechoso que, pese a la crisis del sector inmobiliario con miles de promotoras quebradas o en muy mala situación, bancos y cajas seguían dando al sector un nivel de crédito que apenas caía.La mayoría lo justificaba señalando que su crédito inmobiliario “era del bueno” y su capacidad de gestión, magnífica.
Como acaba de poner de manifiesto, el catedrático de la Universidad de Valencia e investigador del Instituto Valenciano de Investigación Económica (Ivie), Joaquín Maudos,en sólo seis meses (desde diciembre del 2011 a junio de 2012) la exposición problemática al sector de la construcción y promoción inmobiliaria de las cuatro entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Caixa, NovaCaixaGalicia y Banco de Valencia) ha aumentado un 34 por ciento hasta los 15.000 millones de euros.Naturalmente tal incremento no se ha producido porque en esos meses sus responsables se hubieran vueltos locos y decidieran apostar por un sector en quiebra, sino, simplemente, porque afloraron lo que sus antecesores habían estado ocultando. Una ocultación sistemática y negada continuamente.
Esta ocultación ha permitido, en el caso de estas entidades nacionalizadas y de alguna otra que no se encuentra en este grupo, que los datos que hicieran públicos no fueran ciertos. Era mayor el peso del suelo entre sus activos del que dijeron y ocultaron la verdad porque este tipo de activo es el que ha sufrido una mayor caída de precios y exige una mayor cobertura de provisiones, actualmente el 80 por ciento, pero podría subir en breve al 100 por 100. No eran ciertos tampoco las provisiones que tenían ante los activos inmobiliarios. Eran más bajas de lo que decían y en el caso de los cuatro bancos nacionalizados y haciendo referencia al estudio del profesor Maudos es del 41 por ciento de media, insuficientes y que requerirán nuevas inyecciones de capital a través de un proceso de Reestructuración o, directamente la liquidación, a través de la prevista Resolución, como establece el Memorandum acordado con Bruselas.
El viernes, se conocerá la mejor fotografía del sistema financiero español de la última década. Ya sabemos que hay seis entidades que no precisarán de ayuda para provisionar su cartera. El resto deberán reconocer una situación que en su mayoría habían negado. Será importante ver cual es la prima de riesgo de España a partir del próximo viernes. Sabremos entonces la opinión de los grandes inversores sobre lo publicado.

Fuente: Finanzas

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