Jesús A Través De Juan: DESPERTNDO Bajasteis En Cuerpos Físicos Que Os Restringen
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noviembre 3, 2012
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2 de Noviembre de 2012.
Vosotros sois seres sintientes de energía de enorme poder y capacidad creativa que habéis optado por limitaros severamente a vosotros mismos por un corto tiempo dentro del medio ambiente ilusorio en el que actualmente estáis experimentando la vida.
Tienes la posibilidad de manifestar tu presencia en cualquier lugar que elijas, y estar allí tan pronto como se haga esa elección.
Dónde estás ahora es el resultado de una elección que hiciste y a la que continúas adhiriéndote.
Siempre tienes la libertad de cambiar de opinión, y en breve decidirás despertar a la realidad, dejando que la ilusión y todo el bagaje psíquico y emocional que adquiriste mientras estabas allí desaparezca, olvidado y desestimado.
A medida que avanzas hacia este evento, significativo y sorprendente – significativo y sorprendente, ya que es totalmente inimaginable en tu irreal reino presente de sueños desagradables y perturbadores – que consiste en la liberación de los lazos que te atan a tu actual estado de conciencia limitada.
Estas ataduras son las actitudes o creencias que están en conflicto con el amor incondicional.
Están tan acostumbrados a juzgar mal a los demás y tratar de probar que estáis en lo correcto, que esas distracciones del ego son muy difíciles de ignorar, y mucho menos descartar.
Pero son ataduras que deben y serán desamarradas para liberarte del sufrimiento y la limitación.
Debido a que sois seres divinos, uno con el Padre, tu voluntad está alineada con la de Él, y su voluntad es que despiertes a tu estado totalmente consciente y natural. Por lo tanto, lo harás.
Actualmente, es muy difícil para vosotros concebir la realidad y lo que significa, porque bajasteis en cuerpos físicos que os restringen horriblemente en miles de formas.
El verdadero tú, el Ser que es uno con Dios permanece totalmente conectado a la Fuente, pero el tú encarnado y egoísta, es demasiado pequeño para contener una conciencia de ese estado divino, y por lo tanto experimenta sólo la ilusión y todos los problemas y cuestiones que ésta presenta en cada momento.
Irreal como es, todavía te facilita un conjunto muy convincente y aparentemente real de imágenes, y es difícil distanciarse de ellas y centrarse por completo en tu ser espiritual inmortal – el verdadero tú.
Al orar o meditar permites que la orientación de tu verdadero Ser penetre en tu conciencia humana, en mayor o menor medida, dependiendo de cómo te las arreglas para aquietar la mente humana.
Esta llega a través de sugerencias intuitivas que prueban ser válidas, y como sentimientos de elevación, confianza, fe, optimismo y amor por todos.
Puede ser como una cálida sensación de comodidad y seguridad que es absolutamente resistente a todo lo que está sucediendo a tu alrededor.
En tu estado físico encarnado no eres capaz de mantener esa sensación porque la Luz que posee es demasiado poderosa para que tu cuerpo le pueda hacer frente por cualquier cantidad de tiempo.
Lo que sí retienes es la memoria de la misma, lo que fortalece tu fe y te ayuda a seguir llevando y compartiendo una reducida manifestación de la luz que tu Padre colocó en tu interior en el momento de tu creación.
Esa manifestación está contigo permanentemente mientras paseas con incertidumbre a través de la ilusión, en busca de la salida, y la orientación intuitiva o las ideas con que se presenta son para ayudarte a encontrar tu camino a casa – a ti mismo.
Al encontrar tu propio camino (el camino de cada uno es precisamente adecuado para la persona que lo está siguiendo, y para nadie más) tu ayudas a todos aquellos con los que tienes alguna forma de contacto para que hagan lo mismo.
Esa es tu tarea, y con cada pensamiento amoroso, palabra o acción en la que te involucras, te mueves más en el camino y, por lo tanto, estás más cerca de tu despertar.
No hay vuelta atrás para ti porque hace mucho tiempo tomaste la decisión final de volver a la realidad.
La ayuda resultante que estás recibiendo de tu Padre a través de tus guías y ángeles asegura que ningún accidente puede ocurrir que te desvíe de tu camino.
Así que está seguro que estás protegido de cualquier cosa que pueda causarte daño. “Daño” sería fracasar en despertar, y eso no puede ocurrir.
Tu hermano que te ama, Jesús.
Traductor: Rossana Carmona
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