Un mantra es un término sánscrito, que se traduce como “pensamiento”. Es utilizado en religiones como el budismo y el hinduísmo como frase o sílaba sagrada que se recita como apoyo de la meditación o para invocar a la divinidad. Ayuda a liberar la mente del flujo constante de pensamientos. Con su repetición la persona ingresa en un estado de concentración profunda.


Con la ayuda del mantra, la persona que medita puede concentrar su atención en su propia conciencia, en un pensamiento o un objeto externo. Quien lo recita debe pensar en su significado. Te pasamos el mantra según tu signo que te ayudará a enforcarte este año:

• ARIES  “Me abro al descubrimiento de lo nuevo que me trae el encuentro con el otro, sin temer perder mi lugar ni mi esencia.”
• TAURO  “Hago contacto con la abundancia que circula en mí y a través de mí, disfruto de ella y crezco sin temor.”
• GÉMINIS  “Me encuentro con las respuestas necesarias sin perderme en caminos paralelos. Llega a mí la información que necesito.”
• CÁNCER  “Logro que mi necesidad de poseer a los demás sea reemplazada por la conciencia de una seguridad interior.”
• LEO  “No me pierdo en el brillo de mi ser. Por el contrario, éste se irradia al mundo, y con él y mi determinación interior nos iluminamos todos.”
• VIRGO  “Mi corazón ordena mi mente y así hago realidad mis sueños.”
• LIBRA  “Me relajo en mi propia belleza y mi propia valía, y experimento paz y armonía en mi existencia.”
• ESCORPIO  “Ilumino la sombra y la convierto en luz. Soy energía vital que circula en mí y a través de mí hacia el mundo.”
• SAGITARIO  “Experimento la abundancia infinita y la esparzo a todos los oscuros rincones para aportar luz y vida.”
• CAPRICORNIO  “Me encuentro llena de confianza y libre de miedos; desde esa libertad, amplío mis fronteras y me abro a la vida tranquilamente.”
• ACUARIO  “Me encuentro llena de valor para seguir las nuevas tendencias que me atraviesan y manifestarlas al mundo.”
• PISCIS  “Intrego todos mis dolores al poder sanador de mi espíritu y descanso en el saber de que la fuente lo hace todo.”

Fuente: Revista Ohlala