jueves, 19 de septiembre de 2013
MENSAJE PARA UN MUNDO SUPERIOR
Vamos a intentar comprender un poquito más el porqué estamos aquí en este planeta.
Este planeta es un organismo. Vosotros apreciáis la visión que existe a vuestro alrededor, cuando os desplazáis por el campo, por la naturaleza, por la montaña percibís una gran parte de la realidad, aquella que es posible de acuerdo a la estructura humana, a sus órganos, en apariencia es todo masa, materia, forma, partículas condensadas, energías moviéndose constantemente.
Es hora ya que los seres humanos se liberen de la ilusión de que eso es solo materia.
Nada en el Universo existe si no es un organismo. Todo lo que existe y se realiza por sí mismo, es un organismo.
Los humanos fueron creados para ser cocreadores de luz, para ser creadores de luz, para llegar a la mayor expresión de su esencia, llegar a ser la expresión de su chispa divina, que es ser cocreadores a imagen y semejanza del Padre que les creó de sus propias entrañas, de su propia luz , de su propia conciencia, de su propia esencia.
En su chispa divina está contenida una parte del creador, del Padre Eterno, del ser divino impersonal que está en todas partes, omnisciente.
Sois una parte de Él y a la vez vinisteis del Él porque todo es uno.
¿Qué es un organismo?. Un organismo es un órgano y un órgano es un miembro, a través del cual el Universo se expresa, aunque vuestra mente humana tenga dificultad para entender, cada uno de los seres humanos de la tierra son órganos de este organismo inmenso que es el planeta y a través de cada uno de estos órganos se manifiesta la divinidad, anclándose en vuestro interior a través de la luz en vuestra chispa divina.
Todos los seres humanos de la tierra son órganos del Cristo, del Logos, de la conciencia divina del planeta.
A través de todos los órganos, de todos los seres humanos, la luz intenta expresarse, quiere expresarse y manifestar las bellezas, las armonías, las cualidades, los dones que ella misma posee en su naturaleza, en su propia esencia.
Si observas la tierra y la ves como materia, no sientes nada, materia.
Si ves la tierra que pisas y la ves como un ser viviente, como un organismo, te das cuenta que pisas suelo sagrado, que pisas suelo divino, que estás dentro de la divinidad, del Cristo, que estás dentro de un ser maravilloso que te da la luz, que te da la vida, que te da los cuerpos para tu existencia y, que constantemente, te sostiene para que puedas expresarte, desarrollarte, manifestar todo aquello que Dios depositó en tu corazón.
Que diferente es mirar al Universo y ver cuántos miles y miles de puntos, de estrellas hay y en lugar de verlos como una masa incandescente, verlos como órganos. Las estrellas son órganos que generan luz, seres cocreadores con la conciencia divina.
Que diferente es mirar a cada ser humano como una persona extraña a ti, como alguien que no tiene que ver contigo, a mirar a cada ser humano y reconocerlo como un órgano de este cuerpo viviente que es la Tierra.
Tú eres otro órgano de este cuerpo viviente que es la Tierra, todos son órganos de un único organismo, de un gran ser viviente, que es la tierra, que es la Madre Tierra, que es la Virgen, que es la Diosa como le llamaban las antiguas culturas. Esta madre tierra es un Ángel cónstela torio, es un Ángel Divino, todos los seres humanos viven dentro de este Ángel divino, de esta mente divina.
Si estás ya dentro de esta mente divina, si te ves ya como un ser, como un órgano de este cuerpo vivo, si te percibes dentro de esta luz, si te liberas de la ilusión limitada del cuerpo y comienzas a verte como un ser de luz, todo cambia a tu alrededor.
Si percibes que estás dentro de la luz, que este Cristo Planetario emana, y que esa luz te sostiene y que todos los seres humanos también viven dentro de esa misma luz que les sostiene y les mantiene, no puedes vivir alejado y al margen de los demás, por que todos viven de la misma luz, todos están sostenidos por el mismo ser, todos son parte del mismo cuerpo, son órganos, todos forman parte de este gran organismo de luz viviente que es la Tierra que un día tendrá una luz como las estrellas.
Y este organismo viviente que es la Tierra también sigue su propia evolución. En su evolución cada ciclo de 25.000 años ella aumenta su luz, cambia su cuerpo, su estructura, genera una metamorfosis en su interior, genera una transformación de las civilizaciones, de las culturas, una transformación de su propia genética, de su propia materia, de los continentes, de todo. En este momento todos están viviendo esa metamorfosis, esa gran transformación de la tierra, de su organismo.
Constantemente los organismos buscan el equilibrio. En la tierra se han creado tantos desequilibrios que ella busca su equilibrio.
Esos cambios climáticos, esos cambios telúricos, todas esas modificaciones que ustedes están viviendo, son el resultado de la acción de un organismo que busca su equilibrio.
Un equilibrio que busca manifestar ¿qué? : un grado superior de luz y de sensibilidad, de amor y de conciencia.
Es por eso que los seres humanos están invitados a dar un paso importante en el próximo milenio ampliando su conciencia, su corazón, su luz, a todos los seres humanos. Una dimensión más humana, más planetaria.
Si todos estáis dentro de este organismo de luz fabuloso, que es la tierra, y si comenzáis a crearos como un organismo de luz, no solamente como materia separada, aislada, si comenzáis a percibir que la luz sostiene a todos los seres humanos dejáis de luchar, dejáis de destruir, dejáis de hacer daño, porque os dais cuenta que es una única luz la que os sostiene a todos, fijaos en los otros para ser vosotros mismos, vamos a cooperar, vamos a ver la luz, vamos a ver las cosas bonitas, vamos a ayudarnos y tolerarnos para encontrar el propio equilibrio en nuestros organismos.
La enfermedad en cada organismo, en cada ser humano, cuando aparece, simplemente es fruto de los desequilibrios interiores.
Esa enfermedad es debido a que la luz no vibra en armonía en tu interior, a que tu no vives la vida como un cuerpo de luz.
Cuando el ser humano comienza a buscar en su interior la luz, el amor y la paz, en ese momento, la propia luz que viene de la tierra le ayuda a encontrar su propio equilibrio.
Cuando una gran vibración se eleva en la tierra, hace que se eleven todas las energías, todas las partículas, los átomos, las células, los cuerpos, todo.
Están sometidos a una intensa luz. La luz por si misma es un don que quiere despertar paz y armonía.
Esa luz en un cuerpo que está en desequilibrio ¿qué hace? : expulsa el desequilibrio para encontrar la paz y la armonía y la vida en su interior.
De ahí que muchas de las enfermedades que tienen sean procesos curativos de la luz, son procesos desintoxicativos de la luz. En verdad no hay castigo para ningún ser humano.
Cuando aparecen las enfermedades, que hacen tanto daño, simplemente son procesos depurativos de la luz.
Cuando la luz entra en sus cuerpos quiere sacar toda la suciedad, lo mejor es que la saque y la deje en la tierra y la forma más fácil de dejarlo en la tierra es hacer que se manifieste en el cuerpo.
No hay nada en vuestras vidas que se manifieste que no haya sido creado por vuestros sentimientos, emociones y pensamientos o por vuestros actos.
Igual que un organismo de luz para existir tiene que hacerlo en equilibrio, igual que un planeta para perdurar tiene que perdurar en equilibrio, el Universo también tiene su propio equilibrio.
No se puede alterar el equilibrio del Universo, porque si no se destruiría.
De igual forma que cuando el ser humano altera su equilibrio se destruye a sí mismo.
Cuando actúan sobre la naturaleza comienzan a desequilibrar su reino sus sistemas, comienzan a entrar en un proceso de autodestrucción.
Todo el Universo es equilibrio.
En el Universo de manifestación de la vida, la manifestación de los cuerpos vivientes, orgánicos, esta existe por el equilibrio y la luz es la energía que pulsa en sintonía con el orden cósmico.
Para entender el orden cósmico es necesario sentir el alma. Tú sientes en el alma la paz, el amor y cuando tú en tu corazón sientes la paz y el amor estas sintonizado con el orden cósmico.
De ahí que todos los seres humanos en la tierra, para poder vivir y ser felices en paz y equilibrio, para poder disfrutar de la vida, disfrutar de todo lo que el Universo le pone a su disposición, tienen que vivir en equilibrio, tienen que vivir iluminados, tienen que vivir sintiendo que todos son órganos de un gran organismo de luz que es la Tierra.
Cuando entra esta conciencia e ilumina a cada ser humano, se rompen los moldes, se rompen las separaciones, se rompen los preconceptos, se rompen las limitaciones, se rompe todo aquello que impide al ser humano sentirse una sola familia, una sola energía.
Cuando un ser humano eleva su corazón a este sentimiento, en ese momento, es un solo corazón con el ser viviente de la tierra, con el corazón de luz que brilla en el centro de la tierra, con el Cristo.
En ese momento es un punto, una chispa de luz dentro de este inmenso sol de luz blanco que late en el centro de la tierra que es el Cristo, que es el Ángel constelatorio que sostiene y mantiene este cuerpo viviente en evolución.
Antonio Cerdán Caparrós
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