Nova Terra, Parte 3: Un Nuevo Mundo. Oliver Mora
Comienzo con las palabras de Enrique Castillo, después de su primer contacto:
“Por primera vez en la vida pensé en un mundo sin sistemas políticos y sin religiones dividas, sin clases sociales.
Todo era posible. Estaba a las puertas del despertar de la conciencia, de la sabiduría y del nacimiento de una hermandad terrestre unida.”
A mediados del 2012, no le había dicho nada a mi esposa Madelyn. Hasta que una madrugada, nos despertó, una voz de mujer, susurrando a los dos al oído, algo como “despierten…”.
De inmediato nos incorporamos, y ella, todavía aturdida, me comenzó a decir:
-”Me vienen poniendo en la cama!”-
Creo que eso fue como a las 4am. Ya más calmada, me contó que la habían retirado de la cama, y que junto a ella, había un portal, y por allí pasó.
Después la colocaron en una cámara, parecida a un TAC (donde sacan imágenes de nuestro interior), pero que esa cámara irradiaba alguna clase de energía, y ella pudo ver como le salia del área abdominal una especie de humo negro.
Y esa madrugada le conté… mi experiencia de toda mi vida, con respecto a los hermanos mayores. La verdad, fue muy edificante para nosotros, nos logramos entender mejor, y a ver la vida de un modo distinto.
Mi esposa Madelyn, por años, luchó contra una endometriosis severa, y estábamos cerca a la fecha, de una cirugía programada, para finales del mes de agosto, donde le iban a retirar la matriz y los ovarios.
Sin embargo no fue así, no le retiraron nada de su cuerpo. Recuerda ella, que ya en sala de recuperación, la misma mujer le habló diciendo: “vas a estar bien”. Como ven, no sólo yo soy visitado, sino, que también, a las personas que están junto a mi.
Posterior a eso en el mes de noviembre, el día 22, tengo el recuerdo de verme en una nave de transporte, sentado al frente, con el piloto, viendo una especie de ventada ovalada grande, donde se veía, a varios kilómetros de distancia, una nave nodriza, triangular, alargada, me parece de color negro.
En mi recuerdo tengo la escena del momento, habíamos pedido, -porque éramos varios-, una panorámica de la nave, donde habíamos estado, en una especie de encuentro. Por lo que el piloto viró la nave de transporte, 180 grados y se detuvo.
Después de eso, el piloto enfiló a la Tierra, y pudimos ver la curvatura de ella, pero la velocidad aumento, sin que nos afectara, igual noté que había gravedad.
En pocos segundos dejó de verse el horizonte curvo, y lo vimos recto. Y unos pocos segundos más, ya estábamos en las nubes.
De ese encuentro no tengo recuerdos, pero al permitírseme recordar el regreso, pude darme cuenta que subí con muchas preocupaciones y dilemas, y que lo hablado allí, me dio paz y tranquilidad.
Mi esposa, después de ese día, me reprochaba lo tranquilo con que tomaba las cosas que pasaban, sinceramente no lo podía evitar, aunque no me acuerde de lo que se habló allí.
Ahora bien, comencé el artículo con las palabras de Enrique Castillo, sobre la visión de un mundo diferente e igualitario. A mi se me permitió ver esa época y son dos recuerdos “atemporales”:
El primero de ellos fue una experiencia extraña. En ese momento me pareció que estaba muriendo, y que me alejaba de mi cuerpo y me posicionaba a la altura del techo.
Cuando hice ésto, puede ver lo que me rodeaba, y veía a una hija mía, de cabello negro ondulado, junto a su pareja, pero estábamos en una especie de cuarto con ventana al exterior, y contemplé una especie de puerto espacial, donde llegaban y salían naves. Mi hija y su pareja tenían trajes ajustados al cuerpo, extraños para mí.
El segundo recuerdo es estando con Madelyn en una casa, pero no habían muros o rejas separando las casas, y parecía que un grupo de casas tenían un espacio común, creo que un jardín grande y espacioso, donde todos se relacionaban.
Al parecer, el lugar de trabajo de cada adulto era cercano, creo que se caminaba para llegar, sin embargo el tiempo laboral era más pequeño que para otras actividades.
Puede ver grupos de niños, siendo educados, pero no eran grupos grandes, parecía como que la educación estaba integrada en la comunidad, pequeña por cierto.
En mi recuerdo, estábamos por salir a una actividad social, creo que a un concierto, por lo que nos dirigimos a una especie de estación, donde estaban vehículos que nunca había visto, sobre ranuras en el suelo.
A donde nos dirigimos, tampoco era lejos, y dentro del recinto, habían muchas personas alegres y contentas, todas ellas eran de distintos países. Recuerdo que no tenía preocupaciones en mi mente, como los actuales, no pensaba en trabajos atrasados o preocupaciones triviales, tampoco estaba en mi mente la inseguridad dentro de la sociedad, me pareció que eso había quedado atrás…
Después de darme cuenta de éste recuerdo, noté que había similitud con la serie de televisión “Stargate Atlantis”, pues sabía que la comunidad tenía propósito planeado, creo que agricultura, incluso desarrollo científico y tennológico… me pareció una sitio tipo estación espacial…algo así.
Pensando en todo lo que se me ha permitido ver, y leyendo lo que escribió Enrique Castillo sobre esa nueva sociedad, no evito pensar en lo afortunados que somos, todos nosotros.
A pesar, de que cada uno tiene sus problemas, y en conjunto, vivimos en una sociedad donde reina la desigualdad y el egoísmo, donde parece que el mal gana todos los días…mi mensaje a ustedes es: no pierdan la esperanza, estamos ya en el nacimiento de ese mundo, todos nosotros lo vamos a ver.
Por supuesto, no es un acto de magia, es un proceso de por lo menos 50 años, pero lo vamos a ver. Nosotros, somos los llamados a ver el cambio…. a ver el nuevo mundo…
Y nosotros, por lo menos los que nacimos en los años setenta, aunque sea, llenos de años, disfrutaremos mejor que nadie cada segundo de ese nuevo mundo.
Porque vivimos ahora en el mundo viejo, pero como todos los reinos humanos, en en transcurso de los milenios, caducó y murió, viéndolo desde mi recuerdo.
Y llenos de años, disfrutaremos, mejor que nadie, esa taza de café, en tranquilidad, en paz…
No es para menos, porque hoy, nuestros hermanos mayores, ya nos reconocen como “ciudadanos galácticos”..
Y entrados en años veremos a las nuevas generaciones crecer y soñar, y construir.
Posteado por Oliver Mora.
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