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domingo, 10 de marzo de 2013

Creencias limitantes




Cuantas veces a lo largo de nuestra vida nos encontramos ante situaciones muy parecidas a este  cuento sobre nuestras creencias. El problema es que muchas veces son limitantes y nos enseñan una realidad creada por nuestros pensamientos y nuestro entorno que se alimentan siempre de nuestras creencias y anclajes mentales.
Leelo y luego reflexiona y te daras cuenta de que es verdad, en cualquier caso como siempre, juzgalo y saca tus propias conclusiones.



CUENTO SOBRE LAS CREENCIAS LIMITANTES

En el vientre de una mujer embarazada estaban dos criaturas conversando cuando una le preguntó a la otra:
- ¿Crees en la vida después del nacimiento?
La respuesta fue inmediata: 
- Claro que sí. Algo tiene que haber después del nacimiento.
 Tal vez estemos aquí principalmente porque precisamos prepararnos para lo que seremos tarde.
- Bobadas, no hay vida después del nacimiento! ¿Cómo sería esa vida?
- Yo no sé exactamente, pero ciertamente habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y comamos con la boca.
- Eso es un absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El cordón umbilical es lo que nos alimenta.
 Yo solamente digo una cosa: la vida después del nacimiento es una hipótesis definitivamente excluida – el cordón umbilical es muy corto.
- En verdad, creo que ciertamente habrá algo. Tal vez sea apenas un poco diferente de lo que estamos habituados a tener aquí. 
- Pero nadie vino de allá, nadie volvió después del nacimiento. El parto apenas encierra la vida. Vida que, a final de cuentas, es nada más que una angustia prolongada en esta absoluta oscuridad.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del nacimiento, pero, con certeza, veremos a mamá y ella cuidará de nosotros.
-¿Mamá? ¿Tú crees en la mamá? ¿Y dónde supuestamente esta ella ?
- ¿Dónde? En todo alrededor nuestro! En ella y a través de ella vivimos. Sin ella todo esto no existiría.
- Yo no creo! Yo nunca vi ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.
- Bueno, pero, a veces, cuando estamos en silencio, puedes oírla cantando, o sientes cómo ella acaricia nuestro mundo. ¿Sabes que? Pienso, que la vida real nos espera y que, ahora, apenas estamos preparándonos para ella.…

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