El momento para el despertar en masa de la humanidad está cada vez más cerca.
El campo de Amor divino que envuelve al planeta continúa intensificándose y fortaleciéndose mientras más y más de ustedes se abren a él y le permiten que cambie sus perspectivas de la vida y el significado de la misma.
La llama del amor que se encuentra eternamente encendida dentro de cada uno de ustedes, esta creciendo y expandiendo su influencia cada vez más lejos en la medida que le dan el poder gracias a su voluntad de dejar todo aquello que carece de amor en sí mismos, y ofrecer sólo amor, sea cual sea la situación en la que se encuentren.
Esta evolución espiritual, en la que todos ustedes están tan íntimamente involucrados, es una empresa creativa magnifica, cuyo propósito es eliminar de una vez y para siempre, todo el dolor y sufrimiento que han estado experimentando y que hacen que la ilusión parezca tan real para ustedes.
Incluso los principales medios de comunicación están ayudando con esto, porque la visión del sufrimiento, sin importar la causa, proyectado visual y auditivamente en sus casas da lugar a un incremento de la compasión.
Antes de los tiempos de la radio, la televisión y los viajes fáciles, era muy difícil compartir o difundir los crudos hechos del sufrimiento humano a un mundo donde la gente vivía, por así decirlo, en un capullo, aislados en sus pequeñas comunidades.
Unos pocos lograron estar informados de estos asuntos, he hicieron lo posible por ayudar a aquellos en necesidad, pero los frutos de sus esfuerzos fueron muy limitados.
Con todas sus nuevas tecnologías y educación masiva, es ahora, casi imposible permanecer ignorante de las terribles condiciones en las que muchos deben vivir y criar a sus hijos.
Esta elevación de conciencia, que ha ocurrido en unos ciento cincuenta años, ha traído consigo una inmensa energía de intensión amorosa para influir en estos asuntos.
En algunas oportunidades, ésta ha sido mal empleada, pero en la mayor parte, grandes pasos se han dado para el despertar de la gente, uniéndola en grupos para proveer de asistencia e ideas constructivas y así ayudar a aquellos en necesidad.
Este deseo y firme intensión de ayudar a los menos afortunados ha ido creciendo exponencialmente en las últimas décadas, y ahora ha llegado al punto de ser auto sostenido.
Un cambio planetario ha tenido lugar, y el deseo y la intensión de eliminar el sufrimiento donde quiera que éste se produzca se ha convertido en algo normal.
Muchos tienen dificultad en comprender que ésta es una nueva forma de pensamiento y comportamiento, debido a que las esperanzas de vida y los recuerdos dentro de la ilusión son cortos.
Pero éste cambio en las actitudes los ha estado llevando nuevamente hacia la Realidad, hacia el despertar, y han permitido que, las semillas de la esperanza de una forma de vivir mucho, mucho mejor, germinen, crezcan y ahora florezcan.
No habrá vuelta atrás en esta nueva manera de vivir mucho más amorosa y amigable, y como consecuencia, de formas mucho más apropiadas de resolver cualquier problema al que tengan que enfrentarse.
Esto es evidente en muchos ámbitos, en los que personas toman importantes decisiones para cambiar estructuras, que permiten que ideas creativas y nuevas soluciones se desarrollen allí donde antes, básicamente, sistemas inflexibles, simplemente mantenían el Status Quo, o incluso hacían retroceder, rescindiendo de acciones que pudieron haber sido útiles y progresistas en un intento de restablecer y reforzar la represión de muchos por parte de unos pocos.
El miedo endémico que ha envuelto a la humanidad por eones fue la causa permanente de todo esto, y este temor está ahora siendo disuelto en la medida que el amor se filtra a lo largo de todo el planeta abrazándolo todo a su paso. Es irresistible.
Sin embargo, algunos están intentando resistir y revertir este flujo, pero esto es como querer tratar de que el agua fluya hacia arriba de la montaña, y aquellos que desafortunadamente han elegido nadar en contra de la corriente de la amorosa cooperación que esta creciendo e inflándose con increíble entusiasmo, serán puestos a un lado y sumidos en el campo del amor.
O, si ellos están completamente resistidos a estas energías divinas, y se resisten a aceptar este abrazo amoroso que se les ofrece, flotaran libremente en un ambiente que se adapte mejor a su nivel de evolución espiritual.
Todos evolucionamos espiritualmente, nadie es inmune a las energías evolutivas espirituales que constantemente le ayudan a seguir adelante, pero, como niños, no hay dos que progresen a la misma velocidad, de manera que un ambiente alternativo está disponible para aquellos que encuentren que el presente paso es muy rápido o incluso alarmante.
Y encontrarán que éste les presta admirablemente bien, ya que ningún signo de cambio se notará hasta que ellos estén listos y deseosos de colaborar con él.
La desesperación y la falta de esperanzas son inútiles y son distracciones muy poderosas que han sido desarrolladas en la ilusión por eones para alimentar la apatía y la insensibilidad, las cuales han permitido a algunos controlar y suprimir a otros.
Sin embargo, esas sensaciones debilitantes, serán mucho mas débiles en el ambiente alternativo en el cual “los que se reúsan” se encuentran porque ellos también han hecho un progreso espiritual positivo, aún y cuando no es el tiempo para ellos de persuadirlos para que dejen la ilusión, y dejarlos con la sensación aplastante que estas sensaciones pueden causar sería extremadamente falto de amor.
Dios cuida de los suyos, y todos somos suyos, así que incluso aquellos que decidan permanecer dormidos, mientras todos a su alrededor despiertan, encontraran su ambiente un poco menos amenazante.
A medida que ellos comienzan a entender los horrores indescriptibles que sus agendas egoístas han engendrado y el sufrimiento que ellas han causado, comprenderán que sería inconcebible el permitirles experimentar al máximo el poder de desesperación y desesperanza originalmente desarrollado en la ilusión, debido a que ellos mismos serían incapaces de moverse a través de ella.
Dios nunca hubiese permitido que la ilusión tuviese una “trampa eterna”, de hecho un infierno.
Como han sido informados innumerables veces, el infinito amor en el que Dios sostiene y nutre a su creación, asegura que ninguno será jamás excluido o rechazado por El.
Todos somos sus hijos, tesoros invaluables en su corazón, para ser apreciados y reconocidos por toda la eternidad.
Y todos quienes están completamente despiertos, como Dios mismo, tienen sólo amor para compartir.
Consecuentemente, ninguno albergará resentimiento en sus corazones por pensar que aquellos quienes causaron inconcebible sufrimiento a tantos se están saliendo de esto muy fácilmente.
Esa idea es parte de la ilusión y precisamente no puede existir en la Realidad.
El Cielo es el destino hacia el cual nos dirigimos todos, y todos llegaremos allí. Ese es la Voluntad irrefutable de Dios.
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