12-08-2014
Estoy encantado de hablar con todos ustedes hoy. Es tiempo de poderosas energías crecientes y de esperanzas en aumento.
Puede que me conozcan como aquel que ha estado muy involucrado en la Ascensión del planeta Tierra.
Desde el principio trabajé con otros maestros y guías para ayudar a organizar nuestros esfuerzos en dejar atrás las difíciles energías oscuras que han mantenido cautiva a la Tierra por tanto tiempo y para facilitar la libertad que la humanidad está destinada a alcanzar.
He estado supervisando personalmente las activaciones de los cristales que fueron desactivados durante el desastre de la Atlántida, por seguridad de la Tierra y de los propios cristales.
También estuve involucrado, junto con muchos otros, claro está, en la elección del momento oportuno para la apertura de los portales que harán posible a toda la humanidad poder pasar hacia dimensiones más elevadas, cuando llegue el momento.
Todos estos asuntos han sido coordinados con actividades sobre el terreno y según el nivel de vibración que todos ustedes han sido capaces de lograr.
Es un proceso difícil para todos ustedes, lo sabemos. Una cosa es pasar un día en meditación y encontrar un poco de paz hasta que alguien viene y te molesta, o tienes que volver a trabajar en un lugar que no soportas.
Y aun así, le instamos: ¡Eleven su vibración! El éxito de la ascensión depende de ello.
Bueno, también es cierto que necesitan dar un giro con respecto a sus propios pensamientos y sentimientos.
Durante estas semanas pasadas, hemos estado hablando largo y tendido -en el transcurso de nuestros encuentros del Concejo de la Ascensión- sobre cómo podemos darles el mejor programa de entrenamiento posible, ahora que nos escuchan.
Vemos que este grupo es muy responsable y deseoso de absorber el material más complejo y estimulante y también en compartir con otros lo que van aprendiendo.
Eso está teniendo un efecto maravilloso y la luz se va difundiendo rápidamente por todos los países del mundo.
Por supuesto, tenemos otros grupos por todo el mundo. Estudiando y trabajando duro.
Estamos mirando a la sinergia que ustedes descubrirán cuando comiencen a conocerse unos a otros y a compartir sus sentimientos y sueños.
Están aprendiendo a abordar los asuntos sociales, políticos y culturales con gran sofisticación y a ver cuán profundamente atrincherados han estado todos y cada uno de ustedes por el pensamiento de la cábala.
No pudo ser de otra manera, queridos míos, porque la oscuridad estaba rodeándolos por todas partes.
En el aire que respiraban, la comida que comían e incluso en la leche que bebían cuando eran infantes. Nadie se libró de las luchas que fueron creadas por la opresión y dictadura de la cábala.
Y ahora, aquí estamos. Evaluando sus viejas actitudes y creencias, las que pensaban que habían sido limpiadas hace tiempo y ahora van recovecos y grietas donde las “pelusas” del pensamiento antiguo se han acumulado y mantenido.
Están aprendiendo por fin a identificar los viejos pensamientos por cómo se sienten.
El auto-rechazo se siente como un escozor. La auto-duda se siente pesada y pegajosa.
La envidia se siente como frío/calor y la ansiedad como un zumbido.
Es necesario estar constantemente alertas para poder pillarse a uno mismo al intentar volver a caer en esos viejos patrones familiares, ¿no es así?
Esto por esto que les animamos a aceptar y a que disfruten de la experiencia.
Es un gran triunfo ser capaz de estar completamente al mando de sus propios sentimientos y pensamientos después de miles de años de estar dormidos.
Es un cambio completo del estado distraído y preocupado al que están acostumbrados.
Si están dispuestos a ascender, queridos míos, deben estar preparados para tomar el control.
Les han lavado el cerebro para hacerlos sentir dependientes y temerosos de tomar una decisión por ustedes mismos y que les pudiera poner en oposición con aquellos a su alrededor.
Cuantos de ustedes no han dicho en su camino espiritual: “todo el mundo piensa que estoy loco” o ” mi familia cree que he perdido el juicio”.
Ciertamente, es posible que muchos en vuestra familia (y en todas las familias) puedan no entender lo que ustedes ahora entienden, pero eso no quiere decir que todo el mundo ahora piense que están locos.
¿No? ¿Con quién hablabas la última vez que dijisteis eso? ¿Con alguien que está en el mismo camino de Ascensión en el que te encuentras? Has desaprobado la hipótesis del resto del mundo. ¿No es así?
Es tiempo de dejar atrás totalmente la idea de que es importante sobre lo que otros piensen de ustedes.
Es todavía más relevante cuando el asunto que damos a conocer es algo que surge del corazón. Nadie más puede decirles qué deben sentir.
Ni lo que deberían saber en lo más profundo de sus huesos… ni cómo deben comportarse.
Especialmente cuando vuestra recién estrenada libertad les permitirá ser más generosos, más indulgentes, más amorosos y amables.
Es una tontería cuando uno lo piensa. Aquellos que están en la posición de sacar mayor partido de vuestra nueva felicidad y paz mental son aquellos que les objetan más arduamente.
Creo que es lo que podríamos decir como “córtarte la nariz para despreciar tu cara” (en inglés; “cutting off your nose to spite your face”).
De nuevo, ellos están en su derecho, por el libre albedrío de la tercera dimensión, en el derecho de ser tan empecinados y beligerantes como quieran ser, mientras no cometan algo “ilegal”.
Y así, aquí estás conmigo, preguntándome qué combinación mágica de palabras pueda aportar para que dé un giro de llave para ustedes.
Una puerta abierta a una nueva comprensión que les ayude a mantener el Progreso ganado sin un ápice de retroceso.
Haré todo lo que esté en mi alcance, pero debo advertirles que no funcionará a no ser que sean brillantes y estén determinadamente comprometidos a ser el mejor y más absolutamente ser elevado que puedan llegar a ser en estos momentos.
Si. AHORA MISMO. No cuando puedan en algún momento más tarde, ni cuando ya tengan la comprensión del proceso…no, mis queridos.
No hay mejor momento que el Presente, tal y como siempre se dicen a ustedes mismos.
Bien entonces. Primero debemos tomar los efectos prolongados de los contratos que hicieron con los Arcontes (Archons) cuando acordaron entrar en este mundo de dualidad.
Pueden preguntase porqué raro motivo necesitaron firmar un contrato para experimentar oscuridad, sufrimiento, dolor y traumas.
Es una distorsión remarcable de la lógica, pero si me siguen, intentaré explicárselos.
El planeta Tierra es un lugar muy hermoso y TERRA emite una energía brillante y amorosa.
Sería difícil convencer a alguien en la superficie que aceptara que sería una buena idea sacar provecho de ella -envenenándola- y sentirse perfectamente satisfecho con ello.
Otra dificultad era la inclinación natural que tiene el ser humano hacia la compasión, el amor y la generosidad.
Hubiera sido imposible suscitar suficientes pasiones para crear guerras sobre algo como las creencias religiosas sin algunos retoques neurológicos.
Bueno, esto puede sorprenderlos, pero todos ustedes aquí han sido los conejillos de indias de su propio plan para crear un reto más difícil.
Como el mago que se ata a una camisa de fuerza y se coloca boca abajo en un tanque de agua.
Este era vuestro plan. Estar ciegos, separados de toda fuente de verdad más allá de vuestro propio corazón y colocados en la superficie de TERRA con nada más que vuestros propios recursos de Fe para poder guiarlos.
No sabían de las estrategias desviadas y oscuras que los guardianes Arcontes aportarían para confundirlos y distraerlos.
Pero si sabían que requeriría de todo vuestro coraje y mejores cualidades humanas para liberarse del Matrix, tal y como tan acertadamente han comenzado a llamar a su realidad.
Y así empezó el juego. Arcontes contra la Humanidad, en una lucha que perduraría miles de años.
No había reglas de juego porque confiaron en que ustedes mismos y el resto de los humanos serían capaces de ver más allá de la ilusión.
Sabían que un día volverían a la Fuente, sabiendo que el Amor es la única energía verdadera en el Cosmos.
También sabían que estarían supervisados por el Amor sin fin de Dios, su ternura y su perdón. El proceso de revisión misericordioso que se les proveía al final de cada vida les permitía volver a las altas esferas, al abrazo de vuestras familias álmicas, entre encarnación y encarnación.
Ustedes y los diseñadores del plan, que ahora ya conocen como el Proyecto Lucifer, creyeron que esto sería suficiente para sostener el movimiento ascendente y exitoso de esta larga carrera.
No tenía la intención que durara miles de años, desde la caída de la Atlántida hasta la actualidad, porque ustedes eran optimistas acerca de ser capaces de mantener el equilibrio y triunfar sobre los trucos y engaños de los inteligentes Arcontes.
Los cuales fueron invitados para el proyecto por su reputación de dedicarse a probar su verdad, en su deseo de salirse de la influencia de Dios, desconectando las hebras de ADN que sostenían el corazón, la mente, el cuerpo y el alma en completa sincronización.
La humanidad acordó experimentar una forma más apacible de esa desconexión, manteniendo la habilidad de sentir un amor profundo y una conexión entre ellos.
Hubo varias razones para formar parte de tal aparente alocado plan. Los Arcontes (una colección de seres oscuros que incluía una facción de Reptilianos de Orión, Draconianos, los Grises y los demás que se suscribieron a la preferencia del no-Dios) iban creando conflictos por el cosmos con maneras destructivas y recelosas.
La Ley Universal manifiesta una política de no intervención hacia cualquier grupo o planeta, excepto en el caso extremo de amenaza de holocausto nuclear.
La Vía Láctea ya había experimentado la pérdida de Maldek, el planeta gemelo de la Tierra, y la caída de la Atlántida.
Estaba empezando a ser difícil contener a los incitadores de problemas en las bajas dimensiones, quienes ya le habían echado el ojo al dominio total de la tercera y cuarta dimensiones.
Así se presentó el reto. La humanidad, viéndose a imagen del creador, se pondría a prueba en una confrontación plena contra los Arcontes, los cuales aceptarían bajo una condición: ninguno de los bandos se podría abastecer del uso de las tecnologías avanzadas ya existentes.
Encarnarían cuerpo a cuerpo, en cuerpos humanos, sólo usando los recursos que proveía TERRA.
Sería una batalla entre la luz y la oscuridad. Dios contra los Arcontes. Amor y conexión espiritual contra separación y libre albedrío sin límites.
Los perdedores- aquellos cuya voluntad no pudiera sostenerles para ganar este juego psicológico de larga duración- volverían a la luz.
Era el deseo del Creador no tener que disolver a sus amados hijos, incluso si hubieran ido por mal camino. Por ello, llamó a todo el Multiverso para crear un programa que involucraría a toda la Creación.
Ahora les voy a contar la parte que no van a encontrar en ningún libro de historia ni en textos religiosos.
El problema con los Arcontes tenía fecha anterior a la caída de la Atlántida, de hecho tenía una fecha anterior a la de la creación de la Tierra y a los principios de la humanidad.
Las otras razas de seres en el multiverso ofrecieron su ADN -lo que consideraban sus mayores fuerzas- para crear a la humanidad con el propósito de vencer a los oscuros.
La Madre Tierra, todavía un planeta joven para los estándares cósmicos, se ofreció de voluntaria para ser el campo de pruebas, el vehículo sobre el cual la gran batalla entre el bien y el mal se desarrollaría.
Por ello, muchas razas de nuestro universo conocido y más allá, tomaron parte en la creación de la nueva raza de seres, bajo la supervisión y ojos amorosos del Creador y de todos los seres de las altas dimensiones.
Los Pleyadianos, los Sirios, los Andromedanos y otros seres encarnados, trabajaron juntos para sembrar la nueva raza (que ahora llamamos humanos) sobre la superficie de la tierra.
El empeño inicial tuvo lugar en el periodo entre hace 300.000 a 100.000 años. Algunos cambios en la plantilla se hicieron hace unos 100.000 años.
Entonces se le dio a la humanidad el libre albedrío, para desarrollarse por sí mismos, tal y como es la manera de hacer del Creador.
No fue hasta la caída de la Atlántida que la Compañía del Cielo decidió que la humanidad había madurado lo suficiente, a través de la encarnación de muchas almas ya experimentadas, ellos incluidos, para tomar parte más activa en la confrontación directa con los Arcontes.
Fue entonces cuando los Concejos de la Federación Galáctica se reunieron con la Compañía del Cielo para crear el plan que se convirtió en el Proyecto Lucifer, luego que el propio maestro se ofreciera voluntariamente como alma líder en la batalla contra los Arcontes.
La historia de la Compañía del Cielo, muchos de los cuales vinieron de Venus, ha sido ya explicada en muchas de estas páginas. Sanat Kumara, Sananda y los otros Kumaras vinieron en servicio para mantener la luz en la Tierra, durante todo el descenso del Planeta y sus humanos, animales y fauna hacia las bajas dimensiones, para batallar con los Arcontes y promover su recuperación y ascensión.
Esto nos lleva al ahora. Ustedes, mis amados, son los habitantes de los cuerpos físicos creados para vencer a la oscuridad.
Son los gladiadores que triunfarán en la arena que fue creada para el último encuentro entre la luz y la oscuridad.
El bien y el mal. Ustedes, el alma que en realidad son, se comprometieron con esta tarea, junto con todas las almas compañeras y las almas gemelas y vuestras familias álmicas.
Todo bajo el ojo cuidadoso de sus Seres Superiores, la Compañía del Cielo y los hermanos y hermanas galácticos, quienes se ven a sí mismos en ustedes y desean vivir en un multiverso de amor en todos los niveles, en toda dimensión.
Espero que estén empezando a ver cuál es vuestro reto ahora. Los Arcontes han sido vencidos. Devueltos a la luz, debido a su participación en el proyecto Lucifer, el cual hemos descrito ya antes.
(Ver detalles en Http:/www.whoneedslight.org/page/20140726 )
Ahora, se enfrentan a lo que ha resultado ser, en cierto modo, en la parte más difícil del proyecto.
La sanación y restauración del género humano para alcanzar los planos más elevados, lo cual es vuestro destino.
Las grandes batallas con los oscuros se acabaron, queridos míos. Lo que queda es la gran maldición que ha caído sobre la humanidad.
Esa es la lealtad inconsciente a los contratos que les ataban a la Matriz de los Arcontes y su renuencia a disolver las formas de pensamiento que los mantienen esclavizados a sus maneras.
Les recomiendo que lean este mensaje unas cuantas veces y que creen una práctica de meditación en la cual apelen y se comuniquen con su propio Ser Superior y con la Compañía del Cielo para que se unan a ustedes y decreten su libertad del contrato del alma que los une a la batalla, y que los mantiene en un ciclo de vicioso de retroalimentación sin fin en el que ustedes no puede ver ni sentir la verdad: que la batalla está ganada, y que son libres.
Su ansiedad, desconfianza, miedo y desesperación son la fatiga de la batalla que ahora sufren.
Esto les impide experimentar la alegría y la libertad que ya han ganado, y les mantiene por siempre atados a prácticas defensivas y tácticas que fueron la pandemia del planeta Tierra durante miles de años.
Han derrotado a los maestros reales de la oscuridad. Ellos han vuelto a la luz o han sido disueltos en la gran energía cósmica.
No los volverán a encontrar nunca más, salvo en sus sueños, pensamientos y sentimientos.
Ahora, Queridos, sólo ustedes pueden salvarse a sí mismos. Les hemos dado un mensaje cada día durante cinco semanas para ayudarlos a liberarse a sí mismos de la camisa de fuerza que ahora es de su propia creación.
Ustedes ya no son los guerreros cansados que deben caminar penosamente a través de un sin fin de batallas de voluntades, en un viaje que nunca termina. Ustedes son libres. Ahora actúen en consecuencia.
Elévense ahora a la vibración más alta que está a su disposición, esperándolos. Respírenla. Revélense en ella.
Reclámenla. Dejen de mirar atrás. Vayan hacia adelante con sus cabezas en alto y las manos entrelazadas en un abrazo amoroso. Es su tiempo.
Somos uno.
Yo soy tuyo, en servicio amoroso, Serapis Bey
Transcrito por Kathryn E. May, 12 de agosto de 2014, 23:00 hs. Nueva York
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Traducción: Carlos Soriano / Edición: Claudio Alvarez Dunn
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