Para una persona que vive en el mundo materialista, los placeres sensuales son fuente de extremo deleite.
Sin embargo, los sentidos mismos son temporarios, y por lo tanto otorgan sólo alegrías transitorias.
Para una persona que sufre de ictericia, todo parece amarillo y sabe amargo.
Así también, los sentidos plagados de enfermedades no pueden dar felicidad verdadera.
Dado que no hay persona que carezca de deseos, y que es difícil vivir sin deseos en este mundo, el Señor Krishna aportó una excelente solución.
Dijo: “Lleven a cabo toda acción para el placer del Señor, sin pensar en los frutos de la acción”.
Presenten sus respetos, y dediquen toda acción, a la Divinidad.
Procuren realizar todas sus acciones a satisfacción de su propia conciencia, así sus corazones estarán libres de toda mancha.
Esa clase de acciones entran en la categoría de actos de Anapeksha – no manchados por el deseo.
-BABA
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