La persona que conduce un auto puede concentrarse en el camino, ansiosa de evitar un accidente y evitárselo a otros.
En este caso, es el miedo lo que induce la concentración puntual de la mente.
Pero el amor es una fuerza más grande, como ayuda a la concentración.
La fe se desarrolla hasta ser amor, y el amor da como resultado la concentración.
En esa situación, la plegaria es posible, y comienza a dar fruto.
Reza, usando el Nombre como símbolo del Señor; ora, manteniendo aplacadas todas las ondas de la mente.
Ruega, como cumpliendo con un deber para tu existencia misma; como el único justificativo por haber venido al mundo como ser humano.
-BABA
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