Jesús A Través De Juan: DESPERTANDO Libera Tu Equipaje Y Prepárate Para Flotar Y Salir De La Ilusión
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noviembre 14, 2012
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11 de Noviembre de 2012
Todos los cabos sueltos producto del desenredo de las energías negativas que han plagado a la humanidad durante eones, se han aclarado, y el esclarecimiento de los restos de las viejas ataduras emocionales que ya no te sirven está casi completo.
El campo de fuerza de las energías oscuras que te han atrapado en la ilusión – al mantener y apoyar el velo que te oculta la realidad – está siendo constantemente disuelto.
Un medio ambiente limpio y fresco para acoger y apoyar la nueva era está firmemente establecido. La Luz del Amor divino está ardiendo en la oscuridad, permitiendo que la franqueza y la transparencia prevalezcan, dándole una fuerza positiva a todas las discusiones y negociaciones para resolver todas las cuestiones que han estado retrasando tu momento de despertar.
La luz que envuelve a la Tierra es brillante y está enfocada poderosamente, lo que garantiza que el despertar se realizará según lo previsto.
Esta luz se puede ver en toda la galaxia, la Vía Láctea, ya que la paz y el amor que ella significa es transmitida a lo largo y ancho para señalar el amanecer de esta nueva era divina para la humanidad y para la Madre Tierra.
La importancia trascendental de este increíble despertar en la conciencia de la humanidad y de su relación eterna con Dios, te sorprenderá.
La mayor parte de la humanidad tiene alguna creencia en Dios, pero es sobre todo la creencia en un Dios que mantiene registros precisos de los pecados de todos y cada uno de ustedes, y que, en el momento inmediatamente posterior a tu muerte corporal, hace juicios inflexibles de tus fallas; un Dios que luego exige que la restitución de esas fallas se hagan con sacrificio, sufrimiento, dolor y lágrimas.
Sin embargo, al despertar, te das cuenta de que esto no es así, sino que en cambio, Dios te tiene en un abrazo eterno de amor, aceptación y alegría que comparte con todos sus hijos, sin juicio ni excepción alguna, y te llenarás de felicidad indecible.
La felicidad de Dios es verte feliz. Esa es Su Voluntad. Has sido creado en el amor, para ser despreocupado y alegre, y es en ese estado que debes despertar, dejando atrás la pesadilla de la ilusión que ha causado mucho dolor y sufrimiento a todos.
En lo profundo de sí mismos, nunca lo han olvidado. Sin embargo, dentro de la ilusión, han construido y mantenido barreras y defensas contra los ataques, y para despertar debes desmantelarlas todas porque bloquean tu visión de la realidad.
Estas barreras son las actitudes y creencias negativas que tienes, incluyendo la creencia de que son pecadores que deben ser castigados antes de poder entrar en los reinos divinos.
Mientras te aferras a esas creencias – mayormente como una especie de penitencia humilde y porque tienes un sentido profundo de indignidad – en realidad te estás aislando a ti mismo del campo de amor con el que el Padre te rodea en todo momento.
Has oído hablar de la necesidad de rendirse a la Voluntad divina, y muchos han interpretado esto en el sentido de un enemigo derrotado que se entrega a un vencedor imperial, que desea que el derrotado se humille delante de él, le ofrezca reverencias, y hacerse amo y señor de sus posesiones.
Ese es un concepto totalmente irreal que inventaron para justificar su propio comportamiento cuando lucharon y se maltrataron entre sí en numerosas guerras a través de los eones.
Suelta las actitudes críticas y la creencia de que mereces restitución y la noción de que los que ves como pecadores mucho peores que tu deben ser castigados como condición de tu retribución justa y honorable.
Todo el mundo que experimenta la vida en la ilusión ha sido maltratado por los demás, e igualmente, han sido el instrumento del dolor ajeno y del sufrimiento – porque todo es parte de la experiencia ilusoria que inventaron para sí mismos.
Y es porque has estado jugando estos juegos durante tanto tiempo que la necesidad de restitución y de ver a los demás castigados se ha convertido en una parte profundamente arraigada de todos vuestros sistemas de creencias culturales.
A menudo te parece que no puedes ser feliz si los que te han maltratado no son severamente castigados de una manera que te permita a ti, y a todos los que lo observan, regodearse con el dolor, el sufrimiento y la desgracia.
Esas creencias no puede entrar en la Luz de los Cielos! No hay lugar para ellas, y nadie podría entender esos sentimientos.
Como una analogía: El cielo está sobre la Tierra, y para llegar a él hay que ser lo suficientemente ligero como para flotar hasta allí con facilidad.
Sus actitudes y creencias negativas – en el juicio, el castigo, el dolor, la culpa y la humillación. . . de sí mismos o de los demás – son como pesas de plomo que te impiden ascender hacia arriba.
En estos momentos finales antes de tu despertar, céntrense en la liberación de todo ese bagaje inútil e inapropiado.
No lo puedes llevar contigo a la realidad. Realmente mira tus problemas: en especial las injusticias que se han cometido en contra ti, que piensas no puedes perdonar, o sobre tu propia indignidad o los déficits que también sientes que eres incapaz de perdonar, y cualquier otra cosa de la que tengas una carga emocional negativa.
Reconócelos, admite que eres dueño de ellos – y deja que se vayan! Te sentirás mucho más ligero cuando lo hagas.
Tienes enormes cantidades de asistencia espiritual allí a tu lado, esperando tu solicitud de ayuda. Pídela!
Eres como los excursionistas de larga distancia, cargado con mochilas, tiendas de campaña y equipo para acampar, y que acaban de llegar a un magnífico resort y spa, donde ya no es necesario todo esto, pero no tienen la fuerza para descargar todo por ellos mismos.
Sus ayudantes espirituales son como el personal del complejo que vienen corriendo para saludarles, para ayudarles a descargar y mostrarles sus habitaciones, donde se llena el jacuzzi adyacente con agua caliente, burbujas, agua perfumada, esperando a que se hundan en su abrazo tranquilizador.
Liberen su equipaje – las emociones acumuladas de eones de viajes terrestres – y prepárense para flotar, hasta salir de la ilusión y llegar al Cielo, donde la bienvenida más gloriosa les espera.
Tu hermano que te ama, Jesús.
Traductor: Rossana Carmona
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