A los tripulantes de Urantia:
Somos de la Constelación de Andrómeda Rex. Venimos en son de Paz a dar una mano de servicio a la evolución urantiana. Estamos en el aura planetaria terrestre desde hace miles de años, pero otros llegaron antes que Nosotros, y fueron “ELLOS” los sembradores de la Vida biológica y espiritual que animó ‘las formas’. Fueron ellos los “Portadores de Vida”. Nosotros acudimos al Llamado del Alma de Urantia, “GAIA”, en un tiempo en el cual ya muchas civilizaciones humanas habían tenido su simiente y desarrollo en Urantia.
Llegamos para sembrar conciencia en una Humanidad pronta a desaparecer en las Manos de la Gran Purificación.
“Lo rescatable será rescatado; lo rescatable es LA CONCIENCIA”.
Meditad en ello.
Lo que no es conciencia será desarticulado para devolver sus elementos constitutivos a cada plano de vida correspondiente.
Nosotros ayudaremos en “el rescate” de las ALMAS, pero aquellas entidades humanas que no han llegado a salvar sus almas, es decir, en quienes no se ha podido gestar LA CONCIENCIA AUTOCONSCIENTE ,(y esto queda demostrado en sus acciones destructivas, violentas y desprovistas de toda luz de conciencia), en quienes no se encuentre ningún hálito de vida consciente, sino tan solo animalidad y bestialidad, serán desarticulados y devueltos sus elementos al gran Almacén de la Vida Material del Universo.
Esto es lo que se llama “segunda muerte” o “muerte del alma”.
Lo que no muere es la Mónada, la ‘Chispa Espiritual’, pero la muerte del alma implica la pérdida del Ego Sum, es decir, de la “consciencia de ser”, y esto determina el regreso de las Mónadas implicadas hacia las formas primitivas de vida para “reaprender” todo nuevamente, desde los umbrales de la Evolución, en un Ciclo próximo y en una Cadena evolutiva de otra Escuela Planetaria que permita el ingreso de esas Mónadas para acceder a una “nueva oportunidad”.
Nada se pierde, todo evoluciona; pero lo decimos y lo afirmamos: La “muerte del alma” existe, y sucede cuando la gestación de la conciencia, basada en la comprensión consciente, se ha interrumpido en sus inicios y ya no ha progresado más, cortándose el hilo argentado que une al Espíritu con las regiones de la materialidad álmica humana.
Cuando este ‘hilo’ o ‘triple canal’ que une lo superior con lo inferior en el Hombre se corta, debido a que no existen frutos de comprensión que hayan podido fortalecer esa conexión, y debilitándose cada vez más el canal, finalmente se corta, entonces, la muerte del alma sucede; porque la muerte del alma es la ausencia de toda posibilidad de razón, de conciencia, de luz, de sensibilidad, de amor, de entendimiento. Tal es la condición de muchos humanos en la Tierra.
Cuando un ser humano se ha degradado de tal manera que no hay ya rastro de conciencia sensible en él, sino tan solo actos mecánicos instintivos y “desalmados”, entonces, sucede lo inevitable y la Mónada finalmente se libera de su prisión material para seguir otra ruta. Pero entiéndase bien: No hablamos de una desconexión entre alma y personalidad (con lo cual el alma tendría la posibilidad de próximas reencarnaciones), sino de una desconexión definitiva y total entre la Mónada o Espíritu y el alma humana, con lo cual ya no habría más posibilidad de reencarnaciones humanas debido a la desintegración de la “Burbuja álmica”. Esto sucede con aquellas almas que, al final de un Ciclo, no han podido aprovechar la ‘Individualización’ obtenida para que se pudiese gestar la Conciencia del Yo, hasta llegar a la Conciencia Crística, que eterniza al alma.
Existen hoy en la Humanidad de superficie terrestre muchos miles de humanos que no poseen ya conexión con la Mónada, por que el ‘hilo argentado’ se ha cortado. Estos son “entes humanos”, no hombres, ya que tienen de hombres solo la apariencia física, pero no la razón, ni el Espíritu animante, por lo cual no es justo llamarlos “Hombres”, porque el verdadero Hombre es la Mónada espiritual, la cual se reviste de las envolturas de energía que manifiestan el ‘alma’, y más materialmente, a la persona humana de carne.
Por lo tanto, decimos que existen “entes humanos” en vuestra Humanidad que ya están viviendo el proceso llamado “la segunda muerte”, y otros que ya están ‘sin vida’, pero aún pueden seguir un tiempo sobreviviendo del prana elemental en sus cuerpos físicos. Esta es la causa de casi todos los casos de depravación, barbarie y genocidio que veis alrededor del mundo. Los ‘actores’ son, en un porcentaje mayor, entes humanos sin alma, que están viviendo sus últimos momentos de materialidad instintiva antes de que la Gran Purificación arrase con una gran Ola de Fuego a todas estas entidades, para devolver a la Materia de cada plano sus elementos, y allanar así el terreno a nuevas creaciones en un Ciclo posterior.
Nosotros hemos venido a ayudar durante el proceso de la Gran Purificación. Este proceso ya ha comenzado; mucho se está removiendo en los planos astral y mental con la acción del Fuego Purificador que ahora está circulando por el aura planetaria de Urantia. Este FUEGO está removiendo “los cielos” (la mente) y “la tierra” (físico y astral), quemando todo lo que no es conciencia y que se opone a las Leyes Naturales, es decir, llevando a un “caos” necesario, para extraer del mismo todo lo que es “luz” de conciencia.
El Fuego Solar, al arder en la oscuridad, desintegra y reacomoda los elementos devolviendo cada cosa a su justo lugar, es decir, a su correspondiente plano.
El Fuego Solar desorganiza a la oscuridad y la vuelve “nada”; debilita la maldad y la desintegra porque desorganiza sus elementos constitutivos y la vuelve inoperativa. Cuando cada elemento vibracional que conformaba lo que llamáis “maldad” vuelve a su plano indiferenciado de materia universal, el mal desaparece, porque ya no tiene “entidad”.
(Un análisis más detallado dejará entrever que el mal ciertamente no existe como “ser”, como “esencia”, en vista de que es un conjunto de elementos que adquieren “identidad” y movimiento propio; y esto significa que cuando esos elementos son desarticulados del conjunto, la “identidad” del mal se pierde, porque no tiene esencia verdadera. Lo verdadero es el Espíritu, que es Unidad, porque su esencia jamás muere, pero sí puede recrearse a sí mismo, manifestando cada vez más ‘conciencia consciente’.)
El Fuego Solar o Fuego Purificador por excelencia proviene desde el centro de la Galaxia, pero conecta a la vez con el gran Fuego Central en el Corazón del Universo Local, desde donde el CRISTO UNIVERSAL emana olas de irradiación magnética de Su Presencia.
Nosotros integramos el Cuerpo Celeste del Cristo Universal y estamos a Su servicio, por eso podemos decir que mientras el Cristo Universal irradia Su Fuego desde el Corazón del Universo, como Soberano Regente de la Vida, Nosotros somos sus manos y pies en los mundos distantes; y ahora estamos en Urantia, ejerciendo Su Voluntad para el Bien de la Vida.
La Humanidad urantiana forma parte de un gran experimento cósmico de vida evolutiva para la generación de CONCIENCIA.
Este concepto no es nuevo, pero deberéis entender entonces, de acuerdo a ese concepto, que cuando los “ciclos de oportunidad” se cumplen, todo lo que no ha llegado a transformarse en Luz de Conciencia debe necesariamente desintegrarse, ya que será el remanente, es decir, “residuos” del gran experimento de la Vida. Pero esto no significa “muerte”, sino simplemente “fin de etapas”, porque la Vida, que es Espíritu y Conciencia, jamás se detiene y siempre está progresando.
He aquí la clave:
VIDA ES CONCIENCIA
Si entendéis esto plenamente, entenderéis todo lo demás…
Estamos con vosotros, hombres de la Tierra, en esta última etapa de un ‘ciclo racial’(1) que abrirá nuevos capítulos de experiencias. Pero antes que eso llegue “el zarandeo energético” será necesario, para que queden en ‘el tamiz’ tan solo aquellas unidades de vida cualificadas como “CONCIENCIA”. Estas unidades de vida son las que calificarán para proseguir procesos evolutivos que requieren etapas posteriores. El resto, lo que el tamiz no retenga, es energía que será devuelta a sus respectivas esferas dimensionales de existencia, sirviendo de materia para futuras creaciones.
Todo obedece a ciclos y procesos que funcionan de acuerdo a Leyes Universales, y todo está regido por el AMOR. No dudéis jamás de esto. Nosotros estamos al servicio de Esa Presencia.
Permaneced en Paz y con actitud reflexiva en estos últimos tiempos de Purificación Planetaria. “Los justos serán recompensados”, dijo el Señor cuando caminó como humano por la Tierra. No dudéis de esto. Permaneced “justos”.
Siempre al servicio del Sol Universal:
LOS ANDROMEDANOS
1- Ciclo racial: En la presente gran Rueda evolutiva deben aparecer 7 razas, cada una de las cuales está compuesta por 7 subrazas. La actual Raza Humana en la Tierra es la Quinta, la ‘Raza Aria’ (aunque en la Humanidad existen remanentes humanos de razas anteriores, Lemur y Atlante también). En lo que va de la Raza Aria, ya han aparecido 5 subrazas. La 5° subraza es la Anglosajona o Teutónica, la actual, aunque ya han comenzado a aparecer humanos de las 6° y 7° subrazas de la Raza Aria. Mientras la subraza 5° se polariza en el desarrollo del intelecto, las 6° y 7° subrazas son como ‘un anticipo’ de las cualidades que despertarán en las razas posteriores; es decir, son seres más intuitivos y espirituales.
Como ya están apareciendo las últimas subrazas de la actual 5° Raza, puede entenderse el concepto de que estamos en ‘el final de un Ciclo Racial’.
http://fraternidad-cosmica.blogspot.com.ar/2014/06/36-fraternidad-de-andromeda.html
Publicado por Ngari
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