PAZ, LUZ Y AMOR
Mis Bendiciones Amados Hermanos.
Vengo hoy, día de mi Resurrección, para explicaros lo que realmente este hecho representa, porque deseo compartir con vosotros mi verdad. Por eso es que hoy vengo a comunicaros, desde mi Paz, desde mi Amor, desde mi Ser, lo que en realidad representa el renacer, el resurgir.
Desde la Misericordia de mi Ser hacia mí mismo y hacia todos mis Hermanos y Seres que existen en todos los planos de conciencia comprometidos con la evolución, quiero hacer esta reflexión con vosotros, ¿qué es renacer? ¿qué es resurgir? ¿qué es resucitar?
Cualquiera de estas palabras, en realidad, es lo mismo con pequeños matices, pero el fondo quiere decir que se pasa de un estado a otro de CONCIENCIA, no siempre de EXISTENCIA. No hace falta morir en el plano físico, denso y terreno para poder renacer. No hace falta morir físicamente para transformarse en otro, de hecho YO NO MORÍ.
La tradición cuenta una historia necesaria para su tiempo, pero no necesaria para mi existencia. Yo tenía que cumplir una misión necesaria para un tiempo, pasado ese tiempo, mi vida fue otra. En esa otra vida, ya no era necesario seguir siendo un personaje público que tuviera que dar un mensaje a la humanidad, mensaje que, con el tiempo, fue mal entendido, mal interpretado.
Yo no vine a crear ninguna religión, ésto se hizo posterior a mí, no confundáis este término, yo no vine a crear ninguna tendencia religiosa, vine a expresar lo que realmente en mi ser había y era necesario transmitir a la humanidad para darle la esperanza y la luz que necesitaba, ante tanto horror, tanto dolor.
Posteriormente, se utilizaron mis palabras, mis actos, mis hechos, para crear una tendencia religiosa que nada tenía que ver conmigo. Inclusive, mucho de lo contado que yo hice, no fue tal. Con el tiempo se ha ido sabiendo, poco a poco, quien fui en realidad, pero éste sería tema de otro momento.
Hoy, como os digo, vengo a reflexionar sobre lo que es la RESURRECCIÓN. Se resucita cuando se hacen aquellos cambios necesarios, imprescindibles para nuestro ser. Se resucita cuando previo se reflexiona sobre todo aquello que es preciso cambiar, dejar, inclusive diría, dejar morir. Éste es el concepto de muerte, cambio profundo desde el alma, desde lo más profundo del ser. Esto es lo que representa el día de hoy, día de Resurrección.
En esta línea tenéis la ayuda de esa gran configuración cósmica a la cual llamáis cruz, que os trasladará toda la información, aunque sea inconsciente, de lo que realmente se precisa hoy.
Es tiempo de que vuestra conexión con el ser interno que sois, con vuestro verdadero yo, sea y es tiempo, por tanto, de que esta conexión dé su fruto, trasladando hacia vuestro consciente todo aquello que se necesita rectificar, cambiar, dejar morir. Cuando uno limpia, deja espacio para cosas nuevas, con otra energía, con otra luz, con otra vida, esto es RESUCITAR.
Como os dije YO NO MORI en esa cruz, de la cual aún hoy, seguís manteniéndome, yo no estoy en esa cruz ¿Cuándo la humanidad se hará consciente de que el Jesús de la cruz, RESUCITÓ? No está ahí. ¿Por qué seguir manteniendo esa vibración de dolor y sufrir? ¿Hasta cuándo? Mi tristeza es cuando veo que seres que están aperturando su conciencia, siguen creyendo en ese Jesús de la cruz, siguen aún con esos rituales y con esas creencias del sufrir, del que yo fui, pero ya no soy.
Esa cruz, esa corona, todo lo que represente ese martirio, quedó en ese tiempo, por necesidad, nada más, porque yo tenía que seguir otro caminar y para la mentalidad de entonces, solamente ese era el camino que vi, quizá no fue el mejor aunque para mi sentir, no había otro. Pero ya terminó, no más sangre, no más dolor, no más maltrato, no más martirio, no más señales en vuestros cuerpos que nada tienen que ver conmigo. Todo eso forma parte de la ANTIGUA CREENCIA, creencia guiada por mentes no en la Luz.
Apartaos de todos esos actos… éste es mi consejo. Si aun así deseáis seguir con ello, porque es vuestra creencia, bien sea, pero no tiene ya que ver conmigo.
Mi ser dejó todo aquello en el mismo instante en que, junto a mi Amada, salí de esa tumba y juntos, de la mano, como seres iguales, caminamos hacia otras tierras, con nuestra semilla creciendo.
Mi Amada María, apodada Magdalena, es mi igual. En conciencia los dos veníamos con una evolución casi igual. Solamente que por el tiempo, la tradición, la mentalidad tuvimos cada uno que desempeñar un papel específico y asumido por ambos, pero yo no tengo nada que enseñarle a ella, ya que ella, en conciencia, en conciencia divina, es igual a mí ¿por qué seguís haciendo diferencias por el hecho de que los sexos, en su tiempo nos distanciaron? No es real, mi gemelo, mi otro yo, es IGUAL A MI. La conciencia de mi yo femenino es igual a mí ¿por qué distinguís y diferenciáis? Es que la mentalidad que supuestamente está en un proceso de avance y de verdadera apertura ¿aún no ha llegado a su tiempo? Es triste ver como en seres con aprendizajes iluminados, siguen pensando que entre mi amada y yo hay diferencias.
Mi renacimiento, mi resurgir como hombre, ya que como preparación a la misión contraída, lo pasé antes, en esos 40 días en el desierto, en comunión conmigo, con mi soledad, fue de la mano de mi otro yo, cómo se conoció y desde la cual el mensaje llegó a todos los que me siguieron y me amaron, pero que a ella no valoraron en la justa medida.
Por esto es por lo que ambos tuvimos que irnos juntos, por fin, ya que su misión en aquel tiempo no podía ser. Ella era mi seguidora y la que tenía que haber seguido mi trabajo y no pudo, precisamente por esas mentes cerradas de los que me amaron, pero no entendieron, hasta el punto de que pudieran renacer ellos mismos a sus propias creencias terrenas de su primitiva religión.
Religión es una forma de ver la espiritualidad, pero no es espiritualidad. Las religiones son formas humanas de parcelar la verdadera espiritualidad, no así la realidad, no así lo que verdaderamente es.
Por esto, hoy vengo a indicaros que mi renacimiento fue en realidad el convertirme en un ser humano y consciente de lo que había sido y empezar un nuevo caminar de la mano de ELLA, mi Amada, mi Guía, mi Yo.
Es tiempo para todos vosotros de encontrar vuestro verdadero Yo. En la tradición, los 3 días de oscuridad, son los 3 días de reflexión profunda que eran manifestados como 3 días de muerte para, al tercero, renacer. No es una muerte física, pero sí es una pequeña muerte. Mi amado hermano Lázaro, también pasó antes que yo por lo mismo y nos acompañó por nuestro viaje a esas nuevas tierras, a nuestro nuevo hogar.
Mi amado Lázaro, hermano de María, la Magdalena, mi otro yo, junto a mi amado hermano y protector, José, el llamado de Arimatea, salimos hacia esos nuevos horizontes que nos albergaron y cuidaron hasta el fin de los días. Hubo más compañía, sí es cierto, pero también esto será para otro tiempo.
Os envío mi Luz, para que encontréis vuestro nuevo camino; mi Amor, para que os améis profundamente y entendáis que el verdadero amor no tiene licencias, el Amor va de la mano de la Verdad, de la Autenticidad, de lo que realmente se es desde la Luz a la cual tenemos que volver tras este caminar largo y tedioso por planos de densidad, guiados por otras entidades que ocultaron su verdadero yo; y, por fin, mi Paz, la paz que en realidad es la unidad de la Luz y del Amor pues es cuando el ser encuentra su verdadero yo, su armonía interior, su YO SOY.
Buscad ese Yo Soy de vuestra divinidad y me encontraréis junto a mi Yo Soy gemelo y auténtico que es mi amada y que ambos dos de la mano, os bendecimos y alentamos hacia vuestro nuevo ser resucitado, renacido e iluminado desde las esferas altas de la conciencia divina.
YESHUA – ESU ENMANUEL SANANDA
Canalizado por Sol Ahimsa
20 de abril de 2014
Publicado por Ngari
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